20.5.05


Soñando despierta





De espaldas a la puerta, me acomodo entre las sábanas y cierro los ojos. De repente siento tu respiración en mi hombro. La piel se me eriza y empiezas a darme dulces besitos en el cuello, sin apenas rozarme, provocando un escalofrío que recorre mi espalda. Mi corazón se acelera y en ese momento me susurras que me quieres. Sólo con mi sonrisa puedes adivinar lo que estoy pensando. Que yo también te quiero. Que te querré siempre. Entonces acaricias mi mejilla con la punta de la nariz, deseándome de esa forma tan tuya que tenga dulces sueños. Ya no me importan ni el pasado ni el futuro. Me basta con saber que cuando despierte estarás a mi lado.