24.6.05


Encerrada




Hasta hoy no me había sentido agobiada por estar todo el santo día en casa, un día tras otro. Hoy sí. El último día que salí de marcha fue el 14 de mayo, y porque celebrábamos la confirmación (si no de qué...). Desde entonces, exceptuando sacar al Tom por las mañanas o hacer algún recado por el barrio, sólo salí el sábado pasado que fui con mis padres a ver "El club de la Comedia" en el Auditorio, y porque llevaba tiempo queriendo verlo en directo. Casi mes y medio sin salir, una media de 23,5 horas al día entre estas cuatro paredes, y hasta hoy no me había importado. Me gusta estar en casa, pero todo tiene un límite... Muchos días me dice mi abuela, cuando me ve resoplar delante de los apuntes, que me vaya a dar una vuelta. Pero ¿a dónde voy a ir con este calor? (anteayer mi madre dijo que había visto 44 grados en uno de esos "termómetros" que ponen en la calle :s) ¿A la piscina? ¿Al centro comercial? Cualquiera de los sitios que se me ocurren no merecen la pena para 15, o como mucho 30 minutos. Y menos hoy, que tengo que estudiar para el examen de mañana que apenas he mirado...

¿Conocéis el cuento de la princesa Rapunzel? Estaba encerrada en una torre, y cuando venía su amado príncipe a verla, ella extendía su larguísima cabellera por la ventana de para que él pudiera trepar hasta su habitación. Ya podía haberle lanzado la sábana anudada, o las cortinas... Cuando pienso en ese cuento, siempre me acuerdo de un capítulo de la serie de dibujos de Alf (sí sí, de dibujos, había una serie...). Hacían versiones de cuentos populares, y es del único que me acuerdo (ah no, también me acuerdo de otra princesa que tenía que tejer nosecuántos jerseys...). Recuerdo que Rapunzel tenía el pelo rosa, y cuando la madrastra -o el ogro, eso ya no lo sé- se lo cortaba para evitar las visitas, parecía que llevaba cresta a lo punky. A lo que iba, que me siento como Rapunzel, encerrada en su torre. Sólo que yo no tengo el pelo tan largo, y mucho menos fuerte, como para que alguien suba trepando hasta el séptimo piso. Además, yo lo que quiero no es que entre nadie, sino ser yo la que salga... Al menos me consuela que el encierro está sirviendo para algo, de momento he ido aprobando todo (no lo digas muy alto Sara, no me seas gafe ¬¬).

Pues nada, ya me he desahogado. Sé que muchos estáis en mi situación. Y sé que otros muchos me habéis dado ánimos en otros posts. Pero me apetecía quejarme, escribir mi estado de ánimo, lo necesitaba. Ahora a seguir estudiando, que ya sólo me quedan 12 días.