Vuelvo a ser mañica
Momento "fotos no", en la escena del primer beso ^^
Ya estoy de vuelta, con las pilas cargadas, un montón de recuerdos en el corazón y la promesa de ser feliz. Cualquier cosa que pudiera escribir sobre mi estancia por tierras astures se quedaría corta. Me gustaría encontrar la forma de haceros entender lo que siento, lo que pienso, pero me veo incapaz. Puedo decir que ha sido la mejor semana de mi vida, que se han cumplido con creces todas mis expectativas, que no podía haber ido mejor. Que he sido feliz. Muy feliz. Pero me sigo quedando corta. Así que paso a contaros cosillas del viaje, más "terrenales". El blanco reflectante de mi piel ha desaparecido. Ahora estoy marcada por la camiseta, el bikini, el bolso y el reloj. Tatuaje negro sobre fondo blanco y rojo. Sin olvidar mi nariz rojísima y pelando. Estoy agotada, desde el primer día no paramos de hacer ejercicio (caminando ehh, que os creiais?? :p), pero ha merecido la pena. Menudo cacao de nombres de calles, pueblos, monumentos y lugares tengo en la cabeza. Hay quien dice que no prestaba atención a las explicaciones, pero yo lo negaré hasta el infinito. Lo que pasa es que me prestaba más mirar al guía que a mi alrededor, pero juro que miraba de reojo ^^
No voy a contar absolutamente todo lo que hicimos, porque tendría para largo, ya que hemos hecho en una semana lo que la gente hace en 15 días. Pero así por encima: recorrer Oviedo, Gijón, Avilés, dos días de playa en Salinas, fiestas de Sama, Ikea y Parque Principado, Senda del Oso, Universidad Laboral, inauguración del Café Xareu, Pericones... También ha habido momentos "de tensión", como cuando tuvimos que cambiar de habitación porque nos tocó una vecina (sigo pensando que era un travesti/transexual, aunque como no llegué a verle no tengo pruebas) en proceso de desintoxicación que amenazaba con quemar el edificio. O cuando después de cenar me dolía el estómago y Ger estuvo cuidando de mí y dándome mimitos. Qué cielo... Y no puedo olvidar mencionar mis encuentros blogueros, ha sido un placer tomar un café con Susana, una cocacola con Carol B, asistir a la inauguración del nuevo bar de Tiny Tim y hacer la Senda del Oso con el del quinto y señora. Pero sobre todo, sobre todo, ha sido un auténtico placer compartir 9 días de mi vida con una persona tan maravillosa, que me da más de lo que merezco, más de lo que hubiese podido imaginar. Sólo me quedan dos cosas por decir:
GRACIAS y TE QUIERO.
Y esta tarde me voy a Alcañiz una semana. Otra vez sin internet. Si es que no paro...